El VIH fuera del cuerpo humano es muy débil y se inactiva con facilidad en una media hora, pierde enseguida su capacidad de transmisión y es incapaz de reproducirse.
El tiempo que sobrevive el VIH fuera del organismo es muy variable. Depende de diversos factores (temperatura, humedad relativa, etc.). Se considera que el 90-99% del VIH existente en un fluido fuera del organismo se inactiva en el plazo de unos minutos a unas horas.
Hasta hoy, no se ha demostrado ningún caso de transmisión del VIH a través de un contacto casual: un pinchazo accidental con una jeringuilla en el parque, en la calle o en la playa, la manipulación de preservativos usados, etc.
En general, en caso de contacto con alguno de estos objetos, no se recomienda la realización de la prueba del VIH.