La cantidad de tiempo varía de persona a persona y depende en gran medida del acceso al tratamiento. Generalmente, las personas que toman el tratamiento cronifican la infección, viven con el VIH y no desarrollan el SIDA.
ONUSIDA estima que en los países en los que hay poco o ningún acceso a tratamiento, el período de tiempo de la mayoría es de 8 a 10 años.