Se dice que una persona es seropositiva cuando se detecta que ha sido infectada por el VIH, se dice que es portador/a, que es seropositivo/a, es decir que está infectada por el VIH, pero todavía no padece el SIDA. La persona seropositiva no nota nada, se siente sana, aunque sea portadora del virus y por lo tanto lo puede transmitir. Incluso puede ser que alguna de estas personas ni siquiera sepa que es portadora. Por eso es tan importante hacerse la prueba en caso de haber tenido prácticas de riesgo.
El SIDA es entonces la consecuencia final de la destrucción de las defensas que durante años ha realizado el VIH.
Por lo tanto, no es lo mismo ser una persona que vive con el VIH (o seropositiva) que tener SIDA:
El VIH es anula los linfocitos T, en concreto los CD4+, que participan en la defensa de nuestro organismo. Por lo que nos va dejando poco a poco sin defensas frente a todas las infecciones y enfermedades que hay en nuestro entorno y haciendo que sea más fácil que desarrollemos algunos tipos de cáncer.
La infección por VIH suele tener un desarrollo lento, que puede durar varios años. Durante este período no hay síntomas que indiquen la presencia del VIH en el organismo.
Tanto las personas seropositivas como las personas con SIDA llevan el virus es sus células y por tanto ambas pueden trasmitir la infección. En los últimos años se ha demostrado científicamente que una persona que vive con el VIH, en tratamiento y con carga viral indetectable a partir de 6 meses, no trasmite el VIH.
INDETECTABLE = INTRASMISIBLE
En los últimos años se ha demostrado científicamente que una persona con VIH, que esté tomando su tratamiento de forma adecuada y este sea eficaz, puede llegar a una carga viral (cantidad de virus en sangre) no detectable.
Si la carga viral se mantiene indetectable durante 6 meses, la persona con VIH puede tener relaciones sexuales sin protección y no trasmitir el VIH.
La sorpresa de la aparición del VIH en un mundo que creía tener dominadas las infecciones de trasmisión sexual, la gravedad de la misma y la ausencia de conocimientos científicos por ser una infección nueva, dio lugar, durante los primeros momentos, a informaciones precipitadas y confusas sobre otras posibles formas de transmisión del VIH.
Desde hace mucho tiempo se han determinado perfectamente las vías de transmisión por lo que pueden desterrarse los rumores definitivamente.
El VIH no se transmite a través de la saliva, las picaduras de mosquitos, por contacto con la piel, por realizar donaciones de sangre compartir la vivienda o trabajar con una persona con VIH. Todas estas asociaciones son falsas.
Los fluidos del organismo capaces de transmitir el VIH son:
La transmisión se produce cuando la sangre, el semen, el flujo vaginal o la mucosa anal de una persona con VIH entra en contacto con las vías de entrada de otra persona.
Para que se pueda transmitir el VIH tiene que haber contacto entre una vía de entrada y un fluido con capacidad de transmitir el VIH.
Las vías de entrada para el VIH son:
Las zonas mucosas del cuerpo: La vagina y el ano son vías de entrada para el VIH. El glande (la parte de arriba del pene) y la boca también pueden ser una vía de entrada, aunque con menos riesgo.
Una herida abierta: Una herida abierta es aquella en la que se ve sangre salir de ella.
Si alguna de estas vías de entrada entra en contacto con un fluido capaz de transmitir el VIH (sangre, semen, flujo vaginal o leche materna) puede producirse la infección.
La prueba rápida se realiza con una muestra de fluido oral. Se obtiene el resultado en unos 20 minutos.
Es anónima, confidencial y gratuita.
Durante el proceso de realización de la prueba se ofrecerá asesoramiento previo y posterior a la misma, así como la derivación y el acompañamiento al centro sanitario correspondiente en los casos positivos.
El Comité Ciudadano Anti-SIDA de Asturias (CCASiPA) realiza la prueba rápida oral de VIH a cualquier persona que la solicite, mediante cita previa, en su sede de la Calle Ramón y Cajal número 39, bajo (Gijón)