La sorpresa de la aparición del VIH en un mundo que creía tener dominadas las infecciones de trasmisión sexual, la gravedad de la misma y la ausencia de conocimientos científicos por ser una infección nueva, dio lugar, durante los primeros momentos, a informaciones precipitadas y confusas sobre otras posibles formas de transmisión del VIH.
Desde hace mucho tiempo se han determinado perfectamente las vías de transmisión por lo que pueden desterrarse los rumores definitivamente.
El VIH no se transmite a través de la saliva, las picaduras de mosquitos, por contacto con la piel, por realizar donaciones de sangre compartir la vivienda o trabajar con una persona con VIH. Todas estas asociaciones son falsas.
Es preciso tener muy claras las vías de transmisíón del VIH para poder basar en ellas las medidas preventivas correspondientes y abandonar estos errores, que complican la comprensión de los hechos y dificultan la adopción de una conducta sanitaria correcta.
La saliva
La idea de que el VIH se puede transmitir por la saliva es falsa. Este error se basa en el hecho de que se puede detectar el virus en este fluído en las personas infectadas, pero para que se produzca la transmisión de cualquier agente infectado es necesario no sólo que esté presente sino que lo esté en cantidades suficíentes. Es muy gráfica la idea expresada por algunos científicos cuando indican que para que pudiera ser transmitida una persona a través de la saliva de un infectado tendría que ingerir 20-25 ml de la misma, lo que claramente no ocurre en la realidad. Que la transmisión por saliva sea imposible indica que no puede producirse transmisión por compartir vasos o cubiertos, toallas, etcétera, ni tampoco por besos.
Las picaduras de los mosquitos
Los mosquitos no pueden transmitir el VIH al picar. A pesar de que son insectos que ingieren sangre al picar, eso no quiere decir que puedan transmitir todas las enfermedades presentes en la sangre. Y en este caso no es sólo cuestión de cantidad. Los mosquítos transmiten el paludísmo y la fiebre amarilla, pero tiene que ser un tipo especial de mosquito para cada una de estas enfermedades y no se pueden intercambiar. Las pulgas transmiten la peste pero, aunque piquen a un enfermo de paludismo, no transmitirán esta afección; de igual modo, los mosquitos no pueden transmitir la peste aunque piquen a una persona infectada. No se ha encontrado ningún insecto que pueda transmitír el VIH, ni siquiera en lugares donde la infección está más difundida y donde son más frecuentes las enfermedades transmitidas de este modo.
Contacto de la piel
El VIH no puede transmitirse por contacto a través de la piel sana. Esto prueban las numerosas personas que conviven diariamente y por largos periodos con un enfermo (familiar, pareja, amígo) y el personal sanitario que trabaja en un centro con hospitalización de estos pacientes. En ninguno de ellos se ha comprobado infección, a excepción de las ocurridas por accidentes. La convívencia, aunque suponga dormir en la misma cama, usar los mismos servicios higiénicos, la misma toalla e incluso besarse, no implica riesgo siempre que no haya relaciones sexuales con penetración y sin preservativo.
Donación de sangre
Donar sangre no implica ningún riesgo de contraer el VIH. La toma de sangre se hace con total asepsia, como cualquier otra práctica sanitaria. Donar sangre es completamente diferente a recibirla.