26 de mayo de 2018
Este Memorial, el noveno celebrado en este Bosque de la Memoria, tuvo un significado muy especial, porque hasta hacía poco tiempo temimos que pudiera ser el último celebrado en la misma ubicación.
Hubo un planteamiento y posteriores gestiones ocultas, desde el Ayuntamiento de Gijón, en concreto desde la Concejalía de Deporte de trasladarlo a otro espacio para construir un campo de fútbol.
Fueron meses muy dolorosos, con mucha incertidumbre, en los que nos sentimos utilizados y engañados, pero que ahora una vez que ya tenemos el compromiso de que este bosque no se toca, hemos ganado no solo esta permanencia, sino también el conocimiento y compromiso de un club de fútbol vecino que nos ha enseñado que la solidaridad existe también en este mundillo y, que, como ellos hacen, es compatible y necesario inculcar valores de igualdad y respeto a nuestros menores deportistas.
Sólo esperamos que su generosidad con este espacio, con las personas fallecidas a consecuencia del SIDA, sus familias y amigos y con las personas que formamos el Comité Anti-SIDA del Principado de Asturias, se vea recompensada con la construcción lo antes posible, del campo de fútbol que llevan tantos años demandando y poder llevar adelante una escuela para la igualdad y el respeto.
El campo para la Escuela Mixta de fútbol, compuesta por el Gijón Femenino y el Unión Club Ceares, es un proyecto pionero en el estado, donde la educación no sexista en el ámbito del balón y la educación de las niñas y niños es eje fundamental.
En esta bonita unión de nuestra asociación y el club de fútbol, ya iniciamos proyectos y actividades de colaboración entre ambos, empezando por la organización del torneo de fútbol por el IX MEMORIAL PERMANENTE DEL SIDA, “Fútbol con solidaridad. Iguales en el recuerdo”.
En el siguiente enlace, se puede leer la emotiva carta que nos dedicaron, antes de terminar renunciando a utilizar el espacio del Bosque de la Memoria, para su escuela de igualdad y respeto.
Lo triste de todo esto, es que, en agosto de 2019, siguen sin su campo, cuando se suponía que, a principios de este año, sería una realidad, como recoge el siguiente enlace.
No podemos olvidar el porqué de estos memoriales, porque no olvidamos, porque hemos perdido a causa del SIDA a miembros de nuestra familia, de nuestra calle, del barrio, de nuestra ciudad y en definitiva de la humanidad. Por todos ellos, seguiremos reuniéndonos aquí todos los últimos sábados de mayo, con sol, con lluvia, pero sintiendo que es nuestro homenaje más sincero.
En esta ocasión, contamos también con Noelia Ordieres, que nos leyó un cuento escrito por ella (SALI Y EL BOSQUE DE LA MEMORIA), que habla de la solidaridad y de los valores, con el que nos demuestra su sensibilidad por la causa y sus ganas de colaborar con la igualdad y la normalización.