Las vías de transmisión comprobadas son pocas y bien definidas y, en todos los casos, involucran únicamente fluidos corporales como sangre, semen, secreciones vaginales y leche materna.
La manera más segura de evitar la transmisión es utilizando el condón durante las relaciones sexuales y el uso de guantes de látex en el caso de la sangre.
Las mujeres embarazadas que viven con VIH pueden reducir el riesgo de transmisión a sus hijos en un 99% con el uso del tratamiento antirretroviral frente al VIH.
El VIH no se hereda genéticamente.